15 enero 2007

Vislumbrando una salida

ÁLEX: Necesito descansar un poco y asimilar todo esto

CÉSAR :Como veas...

ÁLEX: Luego hablamos

CÉSAR: Descansa


Me pasa a menudo, me encariño demasiado con la gente, no puedo evitarlo.
Otra vez el ciclo se repite, todo vuelve a ser igual.


Tristeza, Sombras y un niño que llora de angustia.

Acurrucado en un rincón, el pequeño niño intentaba contemplar las estrellas en balde, sus entumecidos ojos no se lo permitían. Se sentía acompañado por ellas y aunque todas eran muy hermosas, como eran tantas y tan pequeñas, no lograban reconfortarle. Todo era oscuro y frío a su alrededor mientras un silencio sepulcral sólo le dejaba oírse a él mismo.


Pero empezaba a aparecer algo que hacía que sus lagrimas se borraran de sus mejillas.

Una luz se alza a lo lejos. Era el sol. Una bola de fuego que se dejaba ver poco a poco en el horizonte.

Alegría, destellos luminosos y un niño que empieza a sonreír.

Nunca había sentido algo así. Se notaba distinto. Una confianza en sí mismo estaba brotando en su interior. Su cuerpo desbordaba paz. Era feliz, ahora alguien estaba con él y nunca se volvería a sentir solo.


Pero por desgracia, los sueños del niño no se cumplieron. Tras un largo periodo de calidez en su interior, el sol empezaba a desaparecer poco a poco en el horizonte.

Otra vez volvía a oír su propia respiración, a notar el frío, a sentirse rodeado por las pequeñas estrellas que no le reconfortaban, a besar la soledad...



Se repetía el ciclo de nuevo y él sabia que seguramente no fuera por última vez

Tristeza, Sombras y un niño que llora de angustia.


Vuelvo a sentirme de la misma forma.. Una sensación rara recorre mi interior. Supongo que es una mezcla de emoción, añoranza y pena. Aunque esta vez algo es distinto. Una pequeña bola verde de ilusión y esperanza parece hacerse más grande en mi pecho.

Creo que esta vez si que se esta forjando algo duradero, una fuerte amistad, algo que se vislumbra sólido.

Hay ramas que van entrelazadas junto con otras durante un cierto tiempo o incluso hasta su final y al contrario otras son solitarias...

¿Será posible que esta vez el niño contemple con totalidad la belleza de las estrellas sin angustia y dejando al lado su soledad? ¿Volverá a compartir el sol con alguien sin que finalmente se vuelva a sentir solo?

No sé cuantas veces más, pero está vez si, confío en que así sea.


CÉSAR: Álex, no te hagas más daño, ¿vale?

ÁLEX: No te preocupes. Sólo estoy eligiendo mi rama...

(Oscuro. Música)


Gracias por tu energía, por tu cariño, por prestarme tu mano cuando tenía pesadillas, por hacerme de rabiar, por ser un soñador, por el JB de tu copa, por los cortes de pelo, por esa música del móvil, por preocuparte, por estar ahí...


Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.

3 comentarios:

Miguel dijo...

Con esa foto de Zipi y Zape de pequeños casi me emociono y todo... Gracias a tí por acogerme en tu casa, por invitarme a compartirla de ahora en adelante; por todos los días en los que cuando anochecía nosotros amanecíamos, en los que nunca sabíamos si desayunábamos, comíamos o cenábamos; por los Marines, Regreso al Futuro, los "recuerda", las caras de fucker, el "estás guapo, tío, ¿te has cortado el pelo?", el Panda Poderoso, el "No-odies-no-odio-no-estoy-odiando", y tantas otras cosas. Porque somos dos caras de una moneda que para mí vale mucho.
Que todo eso se siga repitiendo de ahora en adelante. Hasta los lobos solitarios como yo luchamos por alguien.
¡Salud, hermano!

Anónimo dijo...

Joseeeeeee!! Que antes no me dejaba poner comentario, y cuando ya me enseñaste no tenía tiempo. Me emocionó la primera lectura y vuelven a hacerlo estas otras dos. Desconocía esa gran dote narrativa tuya y esa facilidad para llegar tan dentro de las personas. Un besazo enorme Jose!! No dejes de escribir porfa. Tu fiel lectora :)

Camino con Allure dijo...

Yo tambien soy vuestra hermanita???